En el camino hubo paradas que están trazadas para que los visitantes podamos frenar, bien planificadas porque desde ellas podían avistarse las diferentes especies que habitan el lugar, ya en el camino vimos algunas aves desconocidas, camelidos y maras circulando por la ruta por lo que se circulaba con precaución.
Cuando bajamos en lo que parecía ser un ordinario restaurant de esos que abundan en las ciudades, nos encontramos con un inmenso patio de hectareas y mar que estaba apto para que visitantes primerizos podamos adentrarnos y explorar la flora del lugar, sacarnos una foto y quedar felices de ver tanta belleza.
"Mercedes Sosa" me decían, mientras estaba haciéndome la Tehuelche y me ponía la manta con guardas en la espalda.
Entre bajadas y subidas de estrechos nos topamos con el mar Argentino, se veía profundo y gris y al estar cerca hacia algo de frío, uno imagina que al viajar en pleno verano va a hacer calor y sí hace calor, en otro post les voy a contar mi experiencia con el viento zonda que es muy común en el sur argentino; pero a su misma vez uno imagina que por la zona va a hacer frío, no señores , ni frio ni calor, éste clima es para andar de short pero con campera, de ojota pero con media porque cuando hace frío ...!que frío!!!
Lo mas lindo (y ahí me van a dar la razón muchos) es que en las fotos no aparecen cien personas de fondo .
No comments:
Post a Comment